William Dávila Barrios

CHAVEZ ORDENA LA REPRESION Y EL PUEBLO LA REBELION CIVIL.

Con insistencia he venido hablando de la dictadura que tenemos en Venezuela. El discurso de Chávez el pasado domingo 3 pone en evidencia al dictador que tenemos, pero al mismo tiempo, es una huida hacia adelante que está haciendo ante el creciente rechazo activo en la calle contra el fraude constitucional.
Sobran las palabras para alertar a la comunidad nacional e internacional de la represión que se avecina contra el pueblo, que ha decidido rebelarse contra esta dictadura. El dictador Chávez increpa a Pedro Carreño, a Barreto, a Bernal, a los organismos de seguridad de que si no capturan a los dirigentes opositores estudiantiles, políticos, sociales, económicos, culturales, religiosos, periodísticos, académicos, etc., es decir, al país entero, si no reprimen las manifestaciones, él mismo lo hará. Pues hágalo, porque ya no hay miedo y seguiremos en la calle para impedir la legitimación de este Golpe de Estado.
Estas amenazas ponen igualmente en evidencia su debilidad. Patético discurso ofreció en la Avenida Bolívar, es el delirio de un hombre acorralado que demostró desesperación porque no está contento de la conducta de sus huestes. No hubo entusiasmo en los asistentes y la sensación en la calle es que este régimen está en los estertores de la caída.
La paranoia del dictador, cuando habla del esquema organizativo fascista para su campaña totalitaria, se asemeja a la fantasía de Hitler en febrero de 1945, con Berlín a tiro del Ejercito Rojo, cuando estudia la maqueta de la proyectada reconstrucción de posguerra en Linz, su ciudad natal, mientras horas antes de su suicidio telegrafía a su cuartel general que le explicasen dónde estaba el noveno ejercito y cuándo se podía esperar el ataque salvador en Berlín. Así está el fascista que nos gobierna, inventando una geometría del poder y exigiéndole a sus huestes represión total contra el pueblo venezolano en pie de rebelión civil, ante su soledad acorralada.
La paranoia de Chávez es tal, que llegó a reconocer que apenas un millón y medio de personas son los inscritos en el PSUV, y de estos hay que descontarle los empleados, los presionados, el temor, etc., es decir, no tiene lo que petulantemente dice tener.
Compañeros de causa, ¿qué esperamos? Este dictador fue revocado en el 2004. La Asamblea Nacional que aprueba la reforma, es ilegitima desde el 2005. El sistema electoral perverso es el mecanismo del régimen para legitimar el golpe de estado. ¿Va seguir la insensatez de llamar a votar con lo que está haciendo el CNE? ¿Vamos a quedarnos sin protestar y luchar hasta el final ante el genocidio que anuncia el fascista Chávez?
Desde esta, mi columna de lucha, y ante la crisis que ha generado el dictador y frente a su llamado a represión, llamo a la Rebelión Civil establecida claramente en la constitución vigente, como lo hiciera Alberto Carnevali en 1952.

(Articulo publicado en la Columna Avanzada el dia martes 6 de noviembre que su publica en el Diario El Nuevo Pais).