A un año del cierre de RCTV, declaro mi apego absoluto a la libertad de expresión y la exigencia a que le sea devuelta la señal radioeléctrica a este canal, sin más que el perdón que le debe el gobierno al pueblo venezolano. Y justamente en el marco de la defensa de la libertad de expresión es que me he logrado expresar en éste y todos los espacios donde he encontrado esta posibilidad. Pero hay cosas que se le pasan a los medios.
Pequeño espacio se le dio a la noticia sobre la fianza multimillonaria que Diego Uzcátegui, ex directivo de PDVSA e indiciado de acompañar junto a su hijo a Antonini Wilson en el traslado de los 800 mil dólares para Argentina. Sin embargo, el hecho que por pagar fianza hayan quedado en libertad, no exculpa al gobierno de la responsabilidad en este hecho de corrupción, que evidencia el despilfarro y el malandraje que sirve de guía para orientar las acciones del gobierno nacional.
Pero este hecho demuestra la característica fundamental de este régimen por convertir la práctica de asalto al botín en la regla fundamental de la gestión pública. “Esto no es revolución ni nunca lo ha sido”, gritó es diputado Azuaje en plena AN, cuando se debatía este tema de la corrupción. Y es que efectivamente la práctica de los representantes del régimen en nuestros estados.
La campaña electoral es un escenario en el que debemos debatir estos asuntos. No se trata de una elección contra Chávez. Esta elección es de nosotros frente a quienes han despilfarrado nuestras riquezas regionales y pagan fianzas multimillonarias para salir fiados de libertad a cambio de pequeñas cifras que apenas asoman las sumas robadas. Eso es esta elección, y es fundamental entender esta consideración previa.
Por otra parte, la selección del candidato no puede descansar en el falso y engañoso criterio de que se necesitan “caras nuevas” que en el fondo son sumamente viejas en este estado. Ese criterio llevó a Chávez al poder; ese criterio trajo a Porras hasta nuestro estado; y es ese criterio el que debemos derrotar porque la eficiencia en la gestión pública no es el resultado de una nueva cara o de una falsa novedad, sino en la experiencia y la inclusión. En nuestro caso, hay quienes malintencionadamente dicen: “otra vez William”. Se les olvida que detrás de cada valla del ejecutivo regional, hay una obra de nuestra gestión, que el Trolebus no es adjudicable ni siquiera al gobierno regional porque tuvo que ser intervenido, entre otras cosas, por gastos multimillonarios que no tuvieron repercusión en la obra. Pero no sólo esto, sino que las obras de gestión en políticas públicas, y en participación, son incomparables entre nuestra gestión y otras posteriores. Experiencia Comprobada no es un slogan electoral, es una realidad que se demuestra en cada recuerdo de la fibra merideña. Por lo que muchos me dicen: “otra vez William, porque lo hizo bien, porque lo hará mejor”, y ese es nuestro compromiso.
Pequeño espacio se le dio a la noticia sobre la fianza multimillonaria que Diego Uzcátegui, ex directivo de PDVSA e indiciado de acompañar junto a su hijo a Antonini Wilson en el traslado de los 800 mil dólares para Argentina. Sin embargo, el hecho que por pagar fianza hayan quedado en libertad, no exculpa al gobierno de la responsabilidad en este hecho de corrupción, que evidencia el despilfarro y el malandraje que sirve de guía para orientar las acciones del gobierno nacional.
Pero este hecho demuestra la característica fundamental de este régimen por convertir la práctica de asalto al botín en la regla fundamental de la gestión pública. “Esto no es revolución ni nunca lo ha sido”, gritó es diputado Azuaje en plena AN, cuando se debatía este tema de la corrupción. Y es que efectivamente la práctica de los representantes del régimen en nuestros estados.
La campaña electoral es un escenario en el que debemos debatir estos asuntos. No se trata de una elección contra Chávez. Esta elección es de nosotros frente a quienes han despilfarrado nuestras riquezas regionales y pagan fianzas multimillonarias para salir fiados de libertad a cambio de pequeñas cifras que apenas asoman las sumas robadas. Eso es esta elección, y es fundamental entender esta consideración previa.
Por otra parte, la selección del candidato no puede descansar en el falso y engañoso criterio de que se necesitan “caras nuevas” que en el fondo son sumamente viejas en este estado. Ese criterio llevó a Chávez al poder; ese criterio trajo a Porras hasta nuestro estado; y es ese criterio el que debemos derrotar porque la eficiencia en la gestión pública no es el resultado de una nueva cara o de una falsa novedad, sino en la experiencia y la inclusión. En nuestro caso, hay quienes malintencionadamente dicen: “otra vez William”. Se les olvida que detrás de cada valla del ejecutivo regional, hay una obra de nuestra gestión, que el Trolebus no es adjudicable ni siquiera al gobierno regional porque tuvo que ser intervenido, entre otras cosas, por gastos multimillonarios que no tuvieron repercusión en la obra. Pero no sólo esto, sino que las obras de gestión en políticas públicas, y en participación, son incomparables entre nuestra gestión y otras posteriores. Experiencia Comprobada no es un slogan electoral, es una realidad que se demuestra en cada recuerdo de la fibra merideña. Por lo que muchos me dicen: “otra vez William, porque lo hizo bien, porque lo hará mejor”, y ese es nuestro compromiso.
William Dávila Barrios -
COLUMNA AVANZADA - EL NUEVO PAIS 27/05/08
1 comentario:
Buenas noches. Excelente de nuevo su artículo.
Pero le sugiero con todo respeto, estar muy atento en las elecciones Rectorales y Decanales de la ULA.
Además de prestarle todo el apoyo necesario a los Valientes Estudiantes que ayer fueron atropellados por las Fuerzas Armadas, hecho que todos vimos. No pierda espacio, siga luchando, NO pierda los objetivos y le pido por favor que tienda su mano amiga, fuerte y ductora a esa masa estudiantil que desde al año pasado nos dejó ese sabor a LIBERTAD!!!!!!! a Valentía y arrojo.
Mis saludos y todos mis respetos.
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