martes, 14 de agosto de 2007


PANICO EN EL TELEFERICO, PANICO POR EL FUTURO.

La imperiosa necesidad de evitar a toda costa el ingreso del imperialismo en Venezuela, ha resultado en pequeños “defectos” en algunos sistemas de transporte que han dejado de contar con el mantenimiento preciso. Uno de los sustos más recientes dejó un muerto accidental en un vagón del Metro de Caracas, que durante más de 27 años no había tenido algún incidente pues en los años de “cúpulas podridas”, el imperio francés y la compañía que nos vendió el tren, participaba en la supervisión y mantenimiento preventivo de este transporte.

Así mismo, el susto vivido por turistas venezolanos, el jueves 9 de agosto, luego que dos vagones del Teleférico de Mérida en los que viajaban se quedaran atascados aproximadamente a 3 mil 700 metros sobre el nivel del mar, no es menor que el susto que vivimos los venezolanos con la actuación del gobierno regional y el camino que tomará la reforma constitucional en materia de descentralización y participación.

En el caso de Mérida, se trata de un servicio de mantenimiento que permanentemente se había hecho, las “visitas anuales” las paralizaron y desde hace casi dos años los técnicos franceses no volvieron mas, nombraron desde Caracas, como gerente del Teleférico, un Teniente Coronel de la Aviación que obliga a sus empleados a que lo llamen “mi comandante”, que no tiene conocimiento que las fisuras, la fatiga del material se puede detectar si se le hacen los que los técnicos llaman las “pruebas de ensayo” como la de líquidos penetrantes y la de partículas magnéticas. Este ultimo incluso se puede hacer con la ULA que esta bien cerca del teleférico.

Me preocupa este accidente a comienzos de la temporada alta, y lo que es peor si no le hacen el chequeo a todo el sistema, lo mínimo que puede suceder es lo que vivieron los turistas la semana pasada, porque lo peor es que se venga abajo una cabina del teleférico con las graves consecuencias del caso. Y entonces de quien seria la culpa? Otra vez de Bush?

Estos episodios, expresan uno de los temores que devendrán en realidad de aprobarse la reforma constitucional de Chávez; la supresión de la independencia regional en materia de servicios públicos y de turismo, como en el caso del teleférico, lo que traerá como consecuencia (y que ya tiene expresiones concretas como las de este accidente), su falta de mantenimiento.

Pero lo que mueve altruistamente al presidente no es otra cosa que la defensa de la patria de la bota extranjera, en este caso de la bota de los técnicos que, en ambos casos son franceses, y que pudieran estar “infiltrando” nuestros sistemas de transporte: El Teleférico y El Metro. Jamás podríamos suponer que es simplemente falta de mantenimiento como resultado de la increíble ineficiencia y despotismo que se ha apoderado de la dirección de los servicios públicos, así como del propio gobierno nacional.

Es responsabilidad de Chávez, por que él está informado, que quienes le rodean son unos incapaces. ¿Seguiremos justificando a alguien que se rodea de este tipo de gente? ¿Que consiente la ineficacia, la corrupción, la mediocridad? ¿Que se rodea de aduladores que le “ocultan” la realidad? Todo es una trampa, una inmensa mentira para justificar la catástrofe nacional de unos melandros disfrazados de revolución.

william.davila@gmail.com,http://williamdavila.blogspot.com.

(Articulo publicado en la Columna Avanzada en el Nuevo Pais el 14 de agosto 2007).

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