William Dávila Barrios

NO HAY RETROCESO PARA CHAVEZ

Ni piensen que el presidente va a retroceder en su afán de controlar la sociedad venezolana bajo se égida personalísima. Por el contrario, esta especie de retroceso lo que significa es que pretende avanzar, pero en mejores condiciones, al control total de la sociedad.

El hecho de que haya “retirado” el currículo educativo, o que haya reconocido el deterioro del sistema de salud, o el hecho de que haya retrocedido en el control del sistema de ingreso a las universidades, significa a lo sumo que existe en él el convencimiento de que está en condiciones desfavorables, y que, en el marco de un año electoral, como en otras oportunidades lo ha hecho, conviene retroceder un tanto pero para tomar impulso.

La “sorpresita” que él ha señalado le tiene al pueblo venezolano no es más que la unidad monolítica de quienes siguen su proceso en torno a candidaturas unificadas en todo el país, por una parte, y la maximización de la eficacia gubernamental en algunas áreas, por otra. Sin embargo, esto no significa que vayan a desaparecer la clara tendencia al desencanto frente a su figura, ni mucho menos la infinita corrupción y la bárbara cadena de estupideces que se cometen en la administración pública, en la salud, la seguridad ciudadana, la seguridad agroalimentaria, entre otras. Por el contrario, debemos entender que es parte de una estrategia en el marco de un “AÑO ELECTORAL”.

Uno de los errores garrafales de la oposición es no entender que desenmascarar al gobierno pasa en primer lugar por unificar un plan estratégico y programático mínimo que nos permita avanzar unificados en este proceso de desenmascaramiento, porque, si bien es cierto que el desencanto con el presidente crece a pasos agigantados, también es cierto que no se le termina de brindar una alternativa, una esperanza de progreso y bienestar al pueblo venezolano, que clama, más a lo mínimo, la unidad en torno a los factores democráticos, pero partiendo de la base del reconocimiento a los liderazgos y a las posibilidades ciertas de victoria y de garantía de una gestión eficiente en los cargos de representación y gobierno que se disputan en los próximos meses.

Por otra parte, pasa por presentarle al pueblo, más que seguir sin ninguna necesidad tildando al gobierno de lo que ellos mismos se califican: de comunistas, se trata de presentarle al pueblo venezolano una alternativa de progreso, de desarrollo, de Democracia Popular que satisfaga las aspiraciones de cambio que aún reposan en nuestras entrañas, y que han sido el motor que ha enganchado al presidente de buena parte del pueblo venezolano, de su afecto ciego y de su mitificación.No es un retroceso lo que vemos en la actitud del gobierno, es un paso hacia atrás, para avanzar hacia adelante en mejores condiciones, por lo que garantizar bajo todo esfuerzo la victoria en las elecciones venideras desde la unidad democrática, es fundamental en todos los estados que, como Mérida, tienen esa posibilidad

(Articulo publicado en El Nuevo Paìs - 08 de Abril // AVANZADA - William Dàvila Barrios)