miércoles, 23 de enero de 2008


EL ESPIRITU DEL 23 DE ENERO DE 1958 ESTA VIGENTE ANTE LA ENTREGA DEL PAIS AL NARCOTERRORISMO.

El 23 de enero de 1958 es una fecha gloriosa en los anales de la historia patria, porque esa gran “victoria del pueblo”, como la llamaba Rómulo Betancourt significo la recuperación del régimen de libertades públicas que hemos vivido desde entonces en Venezuela.
De hecho, la caída de la dictadura Pérezjimenista no estuvo desprovista de intentos militarista para perpetuar la dictadura militar, sustituyendo al dictador huido en la “vaca sagrada”, por una junta militar, sólo que ese intento falló por obra de una inesperada erupción popular democrática, estimulada fundamentalmente por militantes de Acción Democrática y del Partido Comunista de Venezuela, y por supuesto por personalidades independientes.
En efecto, en los cuarenta años de democracia vividos hasta 1998, Venezuela experimentó un hecho incuestionable, dentro del cual, Acción Democrática tuvo una significación especialísima a través de sus gobiernos, que fue el impulso que la descentralización le dio a la democratización de la sociedad venezolana, la institucionalización de la democracia superó retos de toda índole, entre los cuales, la insurgencia castrista-militarista, si bien pagando la sociedad un alto precio en términos de la violación de los derechos humanos, aún así la democracia estableció los mecanismos para que dichos derechos se fomentaran y protegieran, dentro del contexto que el Estado no era el dueño de dichos derechos, sino que eran inherentes a la persona humana.
El 23 de enero de 1958 se revive en el 2 de diciembre de 2007, cuando el pueblo venezolano rechazó el proyecto político totalitario de Chávez que quería imponer por la vía de una Reforma inconstitucional; recordando de esta forma la conciencia histórico-democrática de la sociedad venezolana.
Ahora más que nunca el espíritu del 23 de enero está vigente. Sobre todo en este momento cuando se ciernen graves riesgos para la Independencia Nacional ante el reconocimiento unilateral de Chávez, de “fuerza insurgente” a las FARC, grupo guerrillero extranjero, vinculado al narco terrorismo. Acción Democrática es un partido nacionalista, antiimperialista, antifeudalista, revolucionario, democrático, pluralista y policlasista. Somos un pensamiento originado en las raíces de nuestro pueblo. No somos el producto de coyuntura electoral alguna. Somos un partido originario de la Democracia, con nuestros mártires y héroes que no son nuestros ya sino de la democracia mundial.
Vayan estas palabras para reconocer a todos aquellos compañeros y compañeras, algunos vivos hoy día, otros caídos en la lucha de calle, que hicieron posible la Venezuela libre, digna y democrática que conocimos y por la cual tenemos que luchar a costa de nuestras vidas si es necesario.
VIVA LA DEMOCRACIA.

(ARTICULO PUBLICADO EN EL NUEVO PAIS EN LA COLUMNA AVANZADA EL DIA 22 DE ENERO DEL 2008).

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